Para iniciar la ruta por el delta del Siné-Saloum, nuestro guía Matar, nos llevó hasta el embarcadero de Ndangane. Allí esperamos en una de esas “casas de la palabra” o “parlamentos“, que ya habíamos visto en Joal-Fadiouth y que tenían como función hacer de “local social” y punto de encuentro de los vecinos de la localidad, en los que se ponían en común los problemas y se trataba de darle solución. Lo que no sabíamos era que éstos tenían una consideración, poco menos que sagrada, ya que nos mandaron descalzarnos, porque, al igual que en las mezquitas, se cree que en las suelas se arrastra lo impuro del exterior… Así que “allá donde fueres, haz lo que vieres…“

Iniciamos el recorrido en una barca de madera a motor, de las que los senegaleses utilizan para la pesca.
El delta está formado por los ríos Siné y Saloum. Ambos confluyen para acabar desembocando en el Atlántico. A su paso, los sedimentos fluviales han ido formando un verdadero archipiélago laberíntico de islas donde el color verde es el protagonista. Marismas, manglares y canales conforman este Parque Nacional considerado Patrimonio de la Humanidad desde 2011 y Reserva de la Biosfera desde 1980.
En realidad nosotros hicimos un pequeño tramo, como ejemplo de lo que puede ser el entorno del delta. Basta un pequeño recodo para ver un variado ecosistema de flora y fauna único.
En cuanto a la vegetación, el mangle es el protagonista, y en cuyas ramas se adhieren ostras, berberechos…, también merodean los cangrejos… Ello garantiza el alimento a los habitantes de la zona, así como el centenar de tipos de peces distintos, que hace de ella una zona rica en pesca.
En cuanto a la fauna, garzas, cormoranes, flamencos, pelícanos y otros más pequeños como el Martín pescador, pueblan el lugar… Aunque a nosotros nos hacía más gracia ver a los “negritos” pegarse un baño en sus orillas…
Llegamos a la isla de Mar Lodj y al pueblo que lleva el mismo nombre. Al igual que en Joal-Fadiouth que es una localidad ejemplo de convivencia religiosa, en Mar Lodj también conviven en armonía las tres religiones existentes en Senegal: católicos, musulmanes y animistas. Así es que nos encontramos con lugares de culto de las tres…


Personalmente me llamó la atención la imagen de la virgen negra en la iglesia católica.


Pero además de estos lugares de culto, aquel con mayor misticismo de todo Mar Lodj lo protagoniza el árbol sagrado. Una inmensa ceiba cuyo majestuoso e inabarcable tronco nos indica su antigüedad.
Según las viejas tradiciones animistas y de culto a la naturaleza, las viejas ceibas son consideradas sagradas y entre los enormes huecos de su tronco es común ver ofrendas. A la ceiba se le da de comer animales, así que para honrarla éstos son sacrificados y arrojados a sus pies. Vaya por delante decir que para los animistas todo tiene alma: animales, plantas, piedras, útiles de uso cotidiano, etc…
Nos vamos adentrando en el pueblo, contemplando sus construcciones y su escuálido ganado…
Pero, pese a esto, el pueblo de Mar Lodj está muy “arreado” con su fuente de agua potable en medio de la plaza y paneles solares de los techos de sus casas, instalados por una empresa catalana.
Impresiona ver en un lugar como éste alumbrado público, aunque no sé qué tal funcionarán esos paneles…, esperemos que no sólo sea algo para enseñar a los turistas y que en realidad haga su servicio a los habitantes del lugar. Sol desde luego que lo tienen…
Otra de las curiosidades del pueblo es el gran “Yembé” que se encuentra en el interior de un habitáculo en la plaza desde el cual hacen sus pregones tipo “por orden del señor alcalde, se hace saber…” Algo para comunicarse con los otros dos pueblos de la isla: Mar Fafaco y Mar Souloum

Y por último, os comentaré algo que me llamó muchísimo la atención: una explicación del guía acerca del concepto que el pueblo tiene de su propia unidad. Tal es así que lo íntimo, lo personal, no existe y trasciende a la comunidad. Tanto que en las “casas de la palabra” se pueden llegar a tratar temas como la separación de un matrimonio. Al parecer existe una figura tipo “sabio”, generalmente de edad avanzada, lo que sería una especie de guía espiritual como un cura o pastor, que tiene como función servir de moderador en el conflicto y aconsejar a las partes. Entre todos los vecinos se toman las decisiones que mejor convengan a la comunidad y las partes habrán de acatarlas…

Tras esta breve visita a Mar Lodj y Delta del Siné-Saloum, emprendimos de nuevo el camino, con Matar, hasta nuestro campamento base en La Somone.
¡Que chula esta entrada! Es uno de mis favoritos de Senegal si es que, tratándose de Senegal, pueda decir que tengo favoritos porque de ese país me gusta todo. De hecho hemos vuelto y vuelto una y otra vez y no descarto hacerlo de nuevo.
En la Somone también se pesca de maravilla y lo más curioso es que se mezclan peces de agua dulce y de agua salada. Lo cuento porque nosotros solemos bajar a pescar.
Las fotografías son geniales y me traen muchísimos recuerdos.
Me ha encantado leeros.
Un fuerte abrazo!!!!
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Muchísimas gracias!! Me alegro de que te haya gustado el post. Estoy preparando el desembarco de Mbour y la isla de Goree, que también espero que te gusten. Nosotros tuvimos unas experiencias un tanto curiosas con la persona con la que nos hospedamos, así que el viaje no nos salió todo lo bien que esperábamos… Aún así, lo pasamos bien y disfrutamos de lo que pudimos ver. Un abrazo!!!
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¡Guau! ¿Qué pasó?
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En primer lugar disculpa por la tardanza en contestarte.
Vaya por delante que por aquel entonces no preparábamos los viajes como ahora. Contactamos por Skype con un español que tenía un establecimiento en La Somone y nos dijo que nos despreocupáramos de todo que él nos organizaba excursiones con la gente que se alojase en el hotel, ya que también solían ser clientela de España… Como además en Tripadvisor tenía buenas críticas, nos fiamos. La realidad: nos encontramos en el hotel solos con este tío que estaba viviendo sus horas bajas, tenía problemas con el alcohol y el negocio estaba bastante desatendido… Con el guía no tuvimos ningún problema, todo lo contrario, pero acabamos marchándonos porque no aguantamos más. De hecho, pudimos saber que, poco después, el negocio lo cogió otra persona y creo que marcha bien.
Nos mudamos de hospedaje y quisimos ir a Bandia. La del hotel nos presentó a un guía que aseguraba que podía entrar con su coche, la del hotel afirmaba que sólo se podía entrar en un 4×4, todo ello en francés, pero como vieron que Emilio les estaba entendiendo cambiaron al wolof y ya nos agobiamos y les dijimos que no… En fin, reconozco que teníamos que haber preparado el viaje mejor, otra vez será…
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He ido varias veces a la reserva de Bandia. Lo que más me gusta es que es un bosque de baobabs aparte de que se ven animales. Puedes ir con un coche y entra. Hay que pagar un pequeño suplemento. Allí consta cuánto es
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Gracias por tu información. Como expliqué anteriormente,en aquella época
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No solíamos preparar los viajes demasiado, así que no sabíamos nada y nos fiamos del “anfitrión”…
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